Educar en
positivo es la forma más rica de crecimiento (Sanz,2015). La educación, desde
la etapa de infantil y a lo largo de toda nuestra vida, influirá a muchos
niveles en la formación del individuo, incluso en el plano más personal.
Durante el proceso de aprendizaje, vamos definiendo que significa para nosotros
la felicidad. Es importante entonces educar a nuestros niños y niñas en un
contexto donde se equilibren las normas y los límites con la libertad y el
crecimiento personal.
Sanz (2015), nos proporciona una
lista de 20 consejos para educar en positivo:
·
Protege y quiere a los tuyos siempre. La
protección en exceso no es buena porque forma niños miedosos e inseguros. Pero
esto no quiere decir que seamos fríos, transmíteles tu afecto, pero sin agobios.
·
Permite que exploren. Se aprende por
descubrimiento, sobre todo en los primeros años de vida.
·
Tira y suelta la “cuerda”. La educación se puede
comparar con una cuerda que une padres e hijos. Si tiras de ella le estás
atrayendo hacia ti, limitándole. Si aflojas la cuerda, el niño tirará de ella,
él tiene el poder, es libre de hacer lo que quiera. Ambos extremos son
necesarios
·
Cada niño es único. No caigas en comparaciones
con otros, sean quienes sean.
·
Mucha paciencia. Sé paciente si tu hijo no
aprende algo a la primera.
·
Marca límites y normas. Es importante marcarlas
desde el principio y asegurar que les quedan claras a ellos, y llegado el
momento no ceder a sus chantajes, ni a rabietas, ni a llantos, sino se perderá
el control paulatinamente.
·
Refuerza su autoestima para evitar
inseguridades. A partir de los siete años el concepto que los niños tienen de
sí mismo cambia y aún más cuando llegan a la adolescencia
·
Asertividad. Siempre hemos de ser asertivos,
pero más aún si estamos educando a nuestros hijos o alumnos. Transmite mensajes
con claridad y tranquilidad.
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