El enfado es un sentimiento muy común
y normal en nuestro día a día, pero a veces, no lo tratamos de la manera o
forma adecuada ya que es difícil de controlar esta emoción. Reprimirlo o negarlo
solo nos genera malestar y frustración, por lo tanto… ¿Que hago con mi enfado?
En primer lugar, interrógalo. ¿Por
qué me he enfadado? ¿Tengo motivos? ¿Qué debo hacer ahora? Estas son preguntas
que le debemos hacer a nuestro propio enfado. Si lo pensamos bien, quizás no
tengamos motivos para estar enfadado o, al menos, para darle tanta importancia.
Luego, exteriorízalo, déjalo
salir, no lo reprimas, no lo guardes para ti.
Y por último, aléjate del enfado,
es contagioso. Lo mejor es relajarse y dispersarse para que ese enfado nos
abandone.
¿Y tú como te enfadas?
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